En ocasiones, los motivos de consulta que presentan los niños/as y jóvenes están condicionados por dinámicas familiares que es preciso abordar de manera integradora en el espacio terapéutico. Por ello, realizamos tanto sesiones individuales con ellos/as, como familiares, en función de los casos. De esta manera, la colaboración de los diferentes miembros de la família se convierte en motor de cambio hacia nuevas formas de comunicación y relación más satisfactorias.
Ámbitos de trabajo:
Hay momentos en que nuestros recursos dejan de ayudarnos en la gestión de nuevas circunstancias vitales, relaciones insatisfactorias o dificultades que nos causan sufrimiento.
En esos momentos, el espacio terapéutico facilita y acompaña los procesos de recuperación y sanación trabajando desde las necesidades, dificultades y miedos que la persona siente en el momento de acudir a terapia.
En nuestras sesiones, la persona va tomando conciencia de los motivos que han causado el sufrimiento actual e interfieren en su vida.
Con ello, va ampliando su conciencia y resolviendo las dificultades de hoy, adquiriendo herramientas que le permiten vivir de manera satisfactoria y plena.
Ámbitos de trabajo:
Cuando una pareja se separa, el proyecto común se disuelve y posiblemente surgirán situaciones de conflicto.
Lo importante en esos momentos es afrontar las dificultades a partir de herramientas que permitan a la pareja superar el dolor y recuperar una vida plena por separado.
Desde el entorno profesional acompañamos a las personas en su proceso de ajuste a la nueva realidad personal y familiar.
Para los/as niños/as, la separación de sus padres también supone un proceso de adaptación profundo.
Los cambios que implica un divorcio generaran en los/as hijos/as cambios vitales que dejaran huella en su proceso de desarrollo. Conseguir que estos cambios se integren adaptativamente en ellos/as depende en gran medida de la forma en la que madres y padres afronten la disolución de su pareja, organicen de nuevo sus vidas y relaciones después de la separación y continúen ejerciendo sus roles parentales de cuidado hacia sus hijos/as.
Por ello, cuando las familias lo consideran necesario, les ofrecemos soporte terapéutico en un momento vital tan exigente.
Cuando las parejas acuden a terapia, en muchas ocasiones lo hacen porque su relación les genera dolor y no comprenden qué es lo que ha dejado de funcionar, cómo pueden volver a disfrutar el uno/a del otro/a.
En la terapia, identificamos los patrones que confluyen en la relación, las defensas que intervienen, las necesidades subyacentes que no han sido identificadas, los roles que se interpretan.
Con todo ello la pareja puede reconocer la viabilidad de su relación y redescubrir la intimidad de manera renovada y compartir prioridades, necesidades y sentimientos de manera abierta y confiada.
Los procesos de mediación son espacios cuyo objetivo es resolver conflictos entre las personas, aceptando y respetando al otro/a.
En nuestro servicio de mediación acompañamos la búsqueda de soluciones, incidiendo en el acercamiento de las diversas posiciones y contribuyendo a la mejora de la comunicación y al crecimiento personal.
Los procesos de separación y divorcio implican situaciones de colapso en las que los patrones familiares se ven alterados y, en muchos casos, dejan de ser adaptativos.
Las sesiones terapéuticas ayudan a las familias a encontrar nuevas maneras de organizarse a través del seguimiento de los planes de parentalidad. El objetivo siempre es contribuir al bienestar de los/as menores, aportando herramientas de colaboración a los/as progenitores.
Pensadas para aquellos casos en los que el proceso terapéutico permite un trabajo online y facilita la posibilidad de integrar más cómodamente las sesiones en la agenda diaria.